domingo, 23 de febrero de 2014

Régine Crespin


Régine Crespin nació en Marsella, Francia, el 23 de febrero de 1927 y falleció en París, Francia, el 5 de julio de 2007. Soprano dramática.

Estudió en el Conservatorio de París con Suzanne Cesbron-Viseur, Georges Jouatte y Paul Cabanel y en 1950, debutó en Mulhouse como Elsa de Lohengrin.

Sus primeros años profesionales transcurrieron en salas de ópera de las provincias francesas, donde cantó Tosca de Puccini, en francés, Margarita de Faust, Aida, Fiordiligi, la Condesa de Las bodas de Fígaro, Donna Anna de Don Giovanni, Marina de Borís Godunov, Rezia de Oberon y su favorita Penélope de Fauré que llevó a París en 1956.

En 1957, Crespin participó en el estreno de Diálogo de Carmelitas de Francis Poulenc quien compuso el rol de la nueva priora, Madame Lidoine, para ella.

Su porte imponente y medios exuberantes, envolvente sonoridad e incomparable exquisitez en la enunciación e intención del texto la ubican en un sitial de privilegio entre las cantantes del siglo XX.

Se destacó principalmente en el repertorio wagneriano, en la revalorizacion del repertorio francés y las épicas de Berlioz con exitosas incursiones en el repertorio spinto italiano en óperas como Tosca, Cavalleria Rusticana, La Gioconda y en papeles de Verdi como Amelia, Leonora y Desdémona.

El éxito internacional llegó en 1958 cuando Wieland Wagner, el nieto del compositor y revolucionario director escénico, la eligió para el papel de Kundry en Parsifal en el Festival de Bayreuth.


Régine Crespin desarrolló una memorable carrera en papeles de joven-dramática wagneriana como Senta de El Holandes Errante, Elisabeth en Tannhäuser, Elsa en Lohengrin y como Siglinda en La Walkiria. El año siguiente interpretó la Mariscala de El Caballero de la Rosa de Richard Strauss, en el Festival de Glyndebourne.

En 1961 conquistó al público del Teatro Colón de Buenos Aires como Kundry en Parsifal y la Mariscala en El Caballero de la Rosa. 

Favorita de los melómanos porteños, retornó en 1962 como Tosca de Puccini y Penélope de Fauré. En 1964 cantó Casandra y Dido de la monumental Les Troyens de Berlioz y como Ifigenia en Iphigenie in Tauride de Gluck. En 1965 como Charlotte de Werther de Massenet, nuevamente Tosca y Marguerite en La condenación de Fausto de Berlioz. 

En 1969 volvió para cantar Kundry, en 1976 Carmen, y se despidió de Buenos Aires en 1987 con La Medium y la Condesa de La dama de picas de Tchaicovski.


En 1962, debutó en el Metropolitan Opera House de New York como la Mariscala de Der Rosenkavalier, y también cantó los roles de Amelia, Senta, Elsa, Kundry, Charlotte, Tosca, Carmen y en 1967 Sieglinde en Die Walküre dirigida por Herbert von Karajan con Birgit Nilsson como Brunilda.

En 1977 dominó el estreno, en inglés, de Dialogues de Carmélites de Poulenc como la anciana priora, Madame de Croissy, papel con el que se despidió del público neoyorkino en 1987.

Otros teatros importantes en los que actuó, fueron la Ópera Lírica de Chicago, la San Francisco Opera, la Ópera Estatal de Viena, la Ópera Alemana de Berlín, el Festival de Glyndebourne, el Festival de Salzburgo, la Ópera de París, La Scala de Milán, y el Covent Garden de Londres, entre otros.


Con la disminución de medios y pérdida de agudos a partir de 1973 realizó una exitosa la transición al registro de mezzosoprano imponiéndose como Carmen, con desenfadado humor en operetas de Offenbach como La gran duquesa de Gerolstein, La perichole y La belle Helene, como Dulcinea en Don Quijote de Massenet y en roles de carácter que requerían dotes histriónicas de envergadura como La Medium de Menotti, Madame de Croissy de Dialogues de Carmélites de Poulenc y la Condesa de La dama de picas de Tchaicovski.


En 1989, se retiró de los escenarios pero continuó enseñando en el Conservatorio de París y en Masterclasses en San Francisco y Nueva York.

A lo largo de su carrera recibió distinciones y condecoraciones como la Cruz de Caballero de la Legión de Honor del gobierno francés en 1972, en 1982 condecorada Oficial y en 1994 Commandeur des Arts et des Lettres. 

En 2005 recibió el Premio Opera News otorgado por el Metropolitan Opera Guild de New York.

En 1982 publicó su autobiografía La vie et l'amour d'une femme, donde valientemente narra su turbulenta vida profesional, privada y su lucha contra el cáncer.


Régine Crespin murió el 5 de julio de 2007 y sus restos descansan en el cementerio de Père-Lachaise de París.


A continuación, dos momentos en la carrera de Régine Crespin: Teco io sto, dúo con Franco Corelli, de la úpera Un Ballo in Maschera de Giuseppe Verdi y in aria de La Grán Duquesa de Gerolstein de Jacques Offenbach.